El jurado convocado por Fundación INTRAS ha designado a Jesús Segura por su obra ‘Dulcinea y Lucero’ como ganadora del IV Premio Internacional de Fotografía y Locura ‘LOCOGRAFÍAS’. El jurado, integrado por profesionales de la salud mental, los servicios sociales, los medios de comunicación y la gestión cultural, ha concedido además dos accésits a las obras ‘La Infinita tristeza’ del riojano Luis María Barrio y ‘Eladia’ del alicantino José García Navarro. Se trata de tres imágenes que resumen muchos de los elementos que tan presentes han estado en este año de pandemia (las ventanas, las mascotas, la música, las ausencias…), una pandemia que, de una u otra manera, ha afectado a la salud mental de toda la sociedad. En los próximos meses se expondrán los trabajos galardonados, junto a otras 30 imágenes y relatos seleccionados por el jurado.
LOCOGRAFIAS IV (fallo junio 2021)
Jesús Segura gana el IV Premio Internacional de Fotografía y Locura ‘Locografías’
'La infinita tristeza'
Luis María Barrio
Tristeza y añoranza son estados que pueden llegar a ser crónicos en las personas que han sufrido la pérdida de un ser querido
'Dulcinea y Lucero'
Jesús Segura Romera
El confinamiento provocado por la pandemia del Covid-19 ha generado en algunas personas sentimientos de soledad, aislamiento y estados de depresión y ansiedad que muchos no habían experimentado antes.
Está ampliamente reconocido que los animales ayudan a rebajar los niveles de estrés y ansiedad con su compañía y amor incondicionales. Dulcinea y Lucero, dos galgos adoptados hace años por Vera, han sido con su presencia y cariño un apoyo emocional insustituible desde el principio y durante los meses más duros.
'Eladia'
José García Navarro
Donde la música se transforma en una expresión divertida de la locura.
Transformando la presión que siente en su cabeza en notas musicales disonantes que vuelven a su cerebro, de donde salieron, en un círculo vicioso del que escapará tras un buen rato de risas. Cuando la noche se cierre ahí afuera, después de un rato de recuerdos y melancolías confusas, vuelve a casa del brazo de su hijo. Y ya en su soledad buscará el refugio en un sueño dilatado en horas de calma. Intentará sonreír de nuevo. Para ello tendrá que esperar, un días más al menos.